El proceso del Coaching

¿Quieres hacerte un Auto-Coaching?
Empezar por el primer paso: Descubrir

El primer paso con el que se inicia un proceso de coaching es descubrir la diferencia entre la realidad, es decir, el estado actual de la persona, y el estado que ella desearía. Si quieres hacerte tu propio coaching, puedes hacer ahora mismo una pequeña prueba: ¿puedes detectar un área de mejora en tu vida? Para detectarla, puedes completar la oración siguiente:

Quisiera... "X", pero... "Y".

Por ejemplo: "quisiera hacer ejercicio físico, pero no hago nada"; "quisiera tener mis documentos bien ordenados, pero no me pongo nunca a ordenarlos", "quisiera hacer dieta, pero no puedo". Estas serían las frases equivalentes a las pequeñas incoherencias de algunos de nuestros hijos o alumnos: " quiero aprobar, pero no estudia", "quisiera tener los trabajos hechos el día en que se termina el plazo, pero empiezo en último momento", etc.

Las preguntas que sirven para inventar.
El segundo paso: Inventar

El segundo paso de un proceso de coaching consiste en, después de haber descubierto dónde está el deseo, inventar una manera de conseguir avanzar hacia ese logro. Para que se trate auténtica-mente de coaching, la persona tiene que inventar su propio sistema para alcanzar su deseo, no es válido que el coach ocasional le diga: "lo que tienes que hacer es...", "esto se hace...", "haz como yo, o como Manolita, o como...". Otra condición para que se trate de una auténtica "invención" es que sea un sistema nuevo. Si, por ejemplo, quieres hacer ejercicio y ya tienes la bolsa preparada y ya pagas la cuota en el gimnasio, no sirve para nada hacer más de lo mismo, no funcionará. Si el sistema que has usado hasta ahora no ha funcionado, de nada sirve lamentarse ni culparse, hay que "inventar" un sistema nuevo y ponerse a pensar.
A continuación, tienes unas preguntas que te pueden ayudar a pensar, no es lo mismo que tener un coach al lado, pero puedes imaginar que te guío en tus pensamientos:

  • ¿Qué piensas de tu comportamiento?
  • ¿Qué sientes cuando piensas en lo que no haces?
  • ¿Qué es lo mejor que podrías estar pensando sobre ese asunto?
  • ¿Qué es lo mejor que podrías estar sintiendo?
  • En el pasado, en situaciones parecidas a la que quieres mejorar, ¿qué recursos utilizaste con éxito?
  • ¿De qué recursos dispones?
  • ¿A quién podrías pedir ayuda?
  • ¿Qué acción concreta podrías hacer la semana que viene para aplicar tu solución?


Sin acción no hay coaching.
El tercer paso: Producir (acción)

Sin acción, no hay aprendizaje. La acumulación de conocimiento no aumenta la capacidad de obtener los resultados que uno quiere. Para que se produzca aprendizaje real y uno mejore sus competencias, debe producir algunas acciones concretas, no basta con pensar. El papel del coach, como el de un buen educador, consiste en conseguir el compromiso de actuar. Por ejemplo: "¿Qué día te puedes comprometer a hacer lo que has dicho? ¿Cuándo lo podemos comprobar tú y yo? ¿Cómo me lo comunicarás? ¿Cuándo podemos quedar para comentar cómo te ha ido?" Si te comprometes a realizar una acción concreta, es muy posible que lo consigas.

Reflexionar sobre qué ha sucedido.
El cuarto paso: Reflexionar 

Finalmente, llega el momento de reflexionar conjuntamente. Si la persona ha podido cumplir con su compromiso, por pequeño que haya sido el avance, debe recibir reconocimiento positivo; también se la puede ir enseñando a que busque su propio auto-reconocimiento y se premie y celebre su avance. El alumno que tiene esta capacidad, puede aprender más autónoma e independientemente. Así que, si has seguido los pasos, ya puedes ir pensando cómo celebrarás tu progreso.

Puedes suceder que la persona no haya realizado la acción a la que se había comprometido. Entonces el "invento" no era suficientemente bueno, ya que ha fallado. Lega el momento en que se cierra el círculo, ya hemos descubierto nuevamente una diferencia entre el estado deseado y el actual, y entonces la persona necesita apoyo para analizar lo que no ha funcionado y volver a inventar algo nuevo.

En Resumen

La interrogación y el compromiso son la base del coaching. El proceso del coaching parte de la constatación de un objetivo que la persona quisiera alcanzar, para llegar a reflexionar sobre sus recursos y acciones y, si ha alcanzado el objetivo, volver a trazar uno nuevo. Con esta metodología, el alumno puede ir ejerciendo paso a paso las competencias que le permitirán mantenerse en el esfuerzo ante las dificultades.

Tomado de: Coaching y Competencias Emocionales
De: Marte Albadalejo

Comentarios

Entradas populares de este blog

AUTO-LIDERAZGO

PRUEBAS DE UN LÍDER

Diligencia en el Liderazgo